lunes, 21 de diciembre de 2009

canciones infantiles









desde el idioma

¿SE ACHICA, SE DIVIDE O MULTIPLICA?


VOY AL SHOPPING SIN MAREARME,
Y HAGO FOOTING MAÑANERO.
MIRO EL RATING DE LA TELE
Y LOS BLOOPERS QUE YO QUIERO.
ES EL LIFTING, EL LOOK DE LA TEMPORADA,
O EL STRESS QUE MARCA MIS PISADAS.
POR ESO EN MI BUNKER, COMO HOT DOG
Y ORGANIZO UN TOUR A DISNEYWORLD.
EL BOOM ES EL RELAX,
Y DESARROLLAR EL SEX APPEAL
Y VER UN SHOWMAN SENSACIONAL.
Y...DEL IDIOMA...¿QUÉ ME HABLÁS?
YO ESTOY OKEY,MY MOTHER VERY GOOD
J" TAIME MY MAN.
OPEN DE TRANQUERA MY GIRL.
¿Y LA LENGUA NACIONAL?
SALUDOS, GRACIAS.
ALLÁ SE VA, ALLÁ SE VA.
ES UN DOSSIER, UN LEIV MOTIV
UN CRUEL OLVIDO SIN REPLAY
IS GOOD MY CARRO.
YO REPITO LO QUE ESCUCHO,
SIN PENSARLO, SIN PENSARLO.

ME HABLARON DEL CASTELLANO...
¡QUÉ CARAJOS!
ASÍ QUE AHORA USO EL RE,
QUE YA SE USABA EN EL SIGLO XVI.
REBUENO, RELINDO, REFLACO, RECOPA,
REGORDO, RECHETO, RELAJO.
Y ESTÁ TODO CHÉBERE
EN EL FREEZER CONGELADO.
PERO, SI DESCARTAMOS TODO
LO QUE DE AFUERA VIENE
SÓLO POR SEÑAS HABLAMOS.
¡QUÉ DIABLOS!
CRECE EL IDIOMA O SE ACHICA?
SE DIVIDE O MULTIPLICA?
SÓLO SÉ QUE LO INSEGURO,
CON REFLEXIÓN, SIN APURO
MARCA UN HITO EN ESTA HISTORIA
DONDE RECUPERAR NUESTRAS VOCES
ES RECUPERAR MEMORIA.

Recuerdos fantaseados

Palabras tejidas a mano



Recuerdos fantaseados



Cuando cursábamos Quinto Año, las futuras maestras normales nacionales promoción 1968, realizamos el viaje de estudios a Córdoba un día martes del mes de octubre. La hermana Judith nos llevó a recorrer el cotolengo, la escuela para ciegos, el manicomio, la escuela para discapacitados mentales, la plaza y el centro de la ciudad. Regresamos el día jueves a las once de la noche, después de tres días de llorar y rezar por los que sufrían, preguntamos, con voces crédulas e inocentes, si ese viernes tendríamos clase, a lo que ella respondió:

- ¡Como siempre!

Al ser pupila, no quedaba otra que obedecer.

Any era externa, o sea: no pupila. Ella tenía que dar su última práctica docente sobre la gallina en segundo grado, en el turno de la mañana Así que ese jueves a las doce de la noche tuvo que salir a cazar gallinas por el barrio. Tenía que presentar material concreto para dar clases, porque estábamos con el nuevo método creativo. A mí me tocó observar (casi dormida) la actividad de mi amada amiga, de 16 años por aquel entonces.

Any comenzó su clase modelo:

- Chicos ¿ qué tengo acá?

Any mostró dos gallinas un poco golpeadas en una jaula improvisada con cajones.

-Galliiiiiiiiinas- dijeron a coro los niños y niñas.

-A ver ¿cómo se llama esto?- preguntó Any señalando la cabeza.

-Cabeza de la gallina- respondieron los chicos

-A ver, ¿y esto cómo se llama?- Any siguió con el tema, señalando cada lugarcito de la gallina.

- Cogote- respondieron nuevamente a coro

-No chicos- dijo Any asombrada…

-Esto se llama cuello- refutó.

La clase terminó mal. Las gallinas recibieron un palizón. Y Any fue reprobada por el término “cuello”.

La triste situación de tener “cogote”, me dije hoy mientras leía el último libro de Dan Brown,( con la fortuna que cuesta), cuando observé en la página 237:

“Quizás -dijo Bellamy- rascándose el cogote”…

Y Bellamy no era una gallina…

Any, si en esa época se hubiera escrito “el símbolo perdido”, vos no hubieras repetido el año…



Elizabeth Carpi

domingo, 20 de diciembre de 2009

olvidos del mí

Siempre me dejo olvidada en alguna parte.
Pierdo un tiempo precioso buscándome.
Ayer me dejé en la esquina.
Cuando me encontré no pude alegrarme,
Tuve que cargarme en andas y llevarme a cuestas.
Sentí que mi propio peso era demasiado y no valía la pena el esfuerzo.
Así que me dejé, apurando la idea de otro olvido.
Volví sobre mis pasos con la culpa traladrándome el alma.
Me vi despojada y vulnerable.
Entonces me atreví a pedirme que camináramos.
Me convencí de que no es posible tanto desencuentro.
Intentaré estar conmigo más tiempo para olvidarme del olvido.
Seguramente me pediré perdón y me perdonaré.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Sala de espera ( microrrelato)

Un hombre está sentado en la sala de espera. Mira la imagen de una enfermera. Es un cuadro colgado de la pared que está frente a él y le hace shhhh con el dedo índice apoyado sobre una boca de labios gruesos. Esa mujer tiene los ojos grandes, negros y lo miran sólo a él. Por eso, se asusta, gira la cabeza hacia un lado, hacia el otro y ve que todos los que esperan están ausentes. Entonces se levanta, la saca del marco que la retenía y la abraza. Intenta besarla en la boca pero ella no saca el dedo índice. Le acaricia los cabellos, estirados cabellos negros y le suelta esos pelos oscuros que caen sobre los hombros, la cintura, las piernas. Y siguen cayendo sobre los pies y siguen sobre la alfombra y llegan a la puerta. El hombre piensa que la seducción de esas matas le han hecho latir el corazón. Apenas se separa del cuerpo de la joven enfundado en un guardapolvo blanco, le acaricia la piel blanca de la mano izquierda. La mano derecha sigue en la misma posición. La mujer se estremece y entorna los ojos. El hombre apurado le quita del bolsillo derecho la llave. Corre, saca de un puntapié los cabellos, abre la puerta y se escapa. Todos en la sala de espera siguieron ausentes. Un médico se asomó y pidió: - que pase el que sigue. Vio el cuadro de la enfermera en el suelo. Lo levantó y lo colgó en el clavo de la pared.

Juan Cuento (Literatura Infantil - Editorial Dünken)

(Datos de la escritora)

Elizabeth Carpi es escritora y docente. Le gusta ver el humor atrapado en las sonrisas, le encantan las palabras que conmueven y que se disfrazan para provocar y que permiten enojarse y desenojarse y que dejan que la vida vuele y se contagie de imaginación y de juego.
Por eso escribe Juan Cuento. Por eso sólo por eso.

JUAN CUENTO es un libro para jugar con las letras y las palabras, tiene poemas, cuentos y la canción del caminante. La historia de Juan es una invitación para entrar al país de la aventura y de la imaginación. Allí…todos tienen permiso.

Reseña de la autora:
Elizabeth Carpi es profesora de Letras, profesora de práctica de la Enseñanza, Prof. De Investigación Educativa, también Directora de Escuela primaria. Ha escrito libros para niños y adultos. Coordina talleres literarios y de creatividad. Pertenece al grupo de pintores de Corral de Bustos-Ifflinger y desarrolla una constante promoción de la lectura y de la Cultura.

Ilustraciones:
Carolina Castagno







(Cuentos y poemas para contar, cantar y dibujar)

El cuento de Juan

Juan tirate, dijo la mamá. Y Juan, muy obediente, se tiró. Dio tumbos y volteretas en el aire, pero no se tiró a la pileta de lona de aguas mansas. Sino que se tiró hacia arriba. Se tiró al cielo. Se tiró obedeciendo a su mamá. Eso nadie lo discutiría.
Juan no entendía el porqué de los grititos chillones de su amada mamita:
- ¡Juaaaaaaaaaaaaaan!¡Bajá! ¡Juaaaaaaaaaaaaaan! Ya que siempre que se tiraba al agua su mamá le decía :
- -¡Juaaaaaaaaaaaaaan!¡Subí! ¡Jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan!.


Como siempre, continuó con su práctica de natación en aguas profundas, pero hacia arriba.
Es igual- se dijo- hay espuma que moja, mientras miraba a las nubes algodonadas que lo salpicaban. Vio cirros, estratos, nimbos como en la enciclopedia que miraba todas las noches antes de dormir. También vio tormentas y granizo.
Algunas piedritas le tocaron la pancita y le hicieron doler.
Juan no dijo ni A.
Sabía que el nadar es de y para campeones. Pero, como cualquier campeón, Juan sabía que hay que tener estilo. Por eso para alejarse de una gran tormenta con truenos y rayos ensayó su estilo pecho y de espaldas notando que ambos habían mejorado notablemente.
Los brazos y las piernas se aceleraban con tanto braceo y pataleo y el corazón se le salía del pecho.
Así se fue alejando de esa tormenta oscura y peligrosa.

Hizo la plancha para descansar. Respiró hondo y se molestó cuando un vientito fresco le metió pelusas en los ojos. Se los restregó y cuando pudo ver con claridad se asustó. Pues…un tornado furioso se acercaba arrancando árboles, casas, molinos, flores, plumas y avanzaba despeinando a las vacas. La situación se puso difícil, casi diríamos, imposible de manejar. Pero Juan, con toda serenidad, se quitó el adhesivo del skate rojo que tenía en la malla, se paró sobre él y saltó sobre el gran remolino de viento, hojas, maderas, piedras y furia.
En ese momento, volvió a escuchar los grititos chillones de su mamá:-¡Juaaaaaaaaaaaan! ¡Juaaaaaaaaaaaan!. Esos gritos de su mamá agregaban muchas “A” a su nombre, por eso no le gustaban.
Para que le dijeran “Juan”, tenía que nadar como siempre, salpicando a los que se acercaban a su pileta de lona, moviendo los brazos y las piernas como decía su papá.
Pensó que nunca más se tiraría para arriba. La próxima vez y todas las veces se tiraría para abajo, pasearía a su patito de goma y descansaría sobre su viejo flota-flota.
Dio decidido dos grandes brazadas y se abrazó a su mamá.
Fue muy lindo para Juan que su mamá de diga despacito: ¡Juan! ¡Qué bien nadás!




Juan en la aventura

¡Juaaaaaaaaaaaan!.! Lo llamó el papá a Juan. Pero Juan no escuchaba ya que había decidido escaparse por un túnel para conocer los lugares que había visto en la Enciclopedia que leía todas las noches antes de dormir.
El túnel estaba construido con siete grandes cajas de cartón y las había hallado en la calle, justo frente a su casa.

¡Juaaaaaaaaaaaan! Repitió la mamá.
Juan ya había cruzado dentro del túnel la zona ártica, construida con una palangana y cubitos de la heladera; ya había atravesado los Andes, armados con bolsas de papeles, ya había subido a su moto de plástico colocándose la capa del Zorro sobre sus hombros; ya había sobrevolado con una liana, hecha con la lana roja del pulóver que estaba tejiendo la abuela, la selva Amazónica; ya había volado con el cinturón de Súperman sobre los Océanos y Mares.
El que más le había gustado era el océano Pacífico porque su nombre sonaba a dentífrico.

El túnel de Juan era mágico. Ya estaba terminando el recorrido y ya veía la luz al final, veía la salida. ¡Era la salida! Sacó su piecito derecho vestido con una zapatilla roja y al intentar pasar el otro pie, rozó algo extraño…Era una varita mágica. Porque en el túnel, todo era mágico. La tomó entre sus manos y pensó en su gran suerte.
Al levantar los ojos papá y mamá lo miraban con caras de pocos amigos y ambos dijeron:- ¡Juaaaaaaaaaaaan! Hace media hora que te esperamos para tomar la sopa.
Entonces Juan tomó la varita, se acomodó la capa del Zorro, se ajustó el cinturón de Súperman y agitando el instrumento mágico sentenció: ¡Basta de “A”!
Y por efecto de la magia, la mamá y el papá se miraron y dijeron al unísono: Está la sopita Jun.
Juan feliz obedeció y la sopa tuvo sabor a aventura.




Juan el domador

La escoba de paja de guinea fue una tentación para Juan. La miraba, dejaba de mirarla. La volvía a mirar. Y la miró otra vez como nunca había mirado a una escoba.

Será mi caballo- se dijo a si mismo- y enseguida construyó unas riendas cortando el cinto de cuero, nuevito, de su papá. Le puso una montura, hecha con una carpeta tejida al crochet de su abuela y dibujó en ella con témpera azul los estribos. Con una fibra roja le escribió el nombre: CORCEL, porque pensó que así se llamaba, en una canción, el caballo del fantástico Zorro.
Con paciencia le abrió unos ojos amarillos a Corcel y le trazó con colores negros una bocaza grande con dientes feroces.
Juan se dijo – estoy listo- e intentó subir a su brioso caballito. Éste se encabritó. Juan pensó que no estaba domado, así que diseñó en la cocina un corral con tres sillas, una mesa, sus zapatos embarrados, almohadones, platos, vasos plásticos y cucharas. ¡Cuchillos no! Pues pensó que se le podían lastimar las patas al animal.
Corcel era muy joven, no había salido nunca de la casa, por eso la doma fue rápida y decisiva. Dio dos brincos, rompió tres platos, quebró dos sillas, rayó la mesa con un mordisco y después pasito a paso caminó con elegancia.
Ya está listo- pensó Juan- así que abrió la puerta. La calle recibió a Corcel y a su jinete. Corcel se asustaba. No estaba acostumbrado a andar entre los autos y giró sobre si mismo cuatro veces. Cuando se enfrentó con una moto se levantó sobre dos de sus patas y cuando vio una bicicleta se puso al lado…al trotecito nomás.
Lo que más molestó a Juan fueron los ¡AHHHHHH! ¡AHHHHHH!¡AHHHHHH! de los conductores y las frenadas de los vehículos. Parecía que nunca habían visto a un animal como Corcel ni a un jinete tan pequeño.

Desde la vereda que estaba a la derecha escuchó:
-¡ Juaaaaaaaaaaaaaan!
Desde la vereda que estaba a su izquierda retumbó:
-¡ Juaaaaaaaaaaaaaan!
Le dijo a corcel que eran su mamá y su papá, para que él no se asustara de tantas A.
Creo que dicen- le explicó- que debo llevarte al corral.
Corcel, eso debe quedar claro, muy clarito, fue obediente y enseguida comprendió las órdenes de Juan. Entró derechito, derechito, derechito a la cocina y se acomodó en un rincón arrastrando la montura hecha con la carpeta de la abuela.
La mamá y el papá de Juan suspiraban, preguntaban y comentaban- ¿qué vamos a hacer con este chico? ¿cómo puede salir con un caballo a la calle?
Ahí nomás, enseguidita, enseguidita, Juan les contestó: -les doy permiso para que al caballito lo usen como escoba.



Juan, el artista.

Juan descubrió su gran capacidad para el arte. Así dibujaba manos cuando quería abrazos, bocas cuando quería besos y la gran panza de su mamá cuando quería deslizarse en un tobogán. También se preguntaba sobre esa gran panza donde estaba guardada su hermanita.
Un día mientras estaba en la plaza dijo:- quiero volar. Así que dibujó una gran gaviota sobre la arena. Terminó de colocarle los ojos y el pico y le ordenó:-¡Vuela!
La gaviota no respondió. Juan se dio cuenta al instante que no le había hecho las orejitas.
Repitió la orden y de un salto subió a la gaviota. Niño y pájaro recorrieron China, Egipto, Australia, España y otros países que nombraban los mapas de la Enciclopedia que leía todas las noches antes de dormir.
Durante el vuelo escucho la voz de su padre:
-Juaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan! Esta vez, la a sonó mucho más potente. Así que descendió rápidamente.
El papá muy apurado lo subió a cocochito y partieron a toda velocidad, pero papá no corría tanto como Corcel.
Fue muy lindo abrazar a su papá con todo ¡con todo!
Llegaron al hospital tropezando con baldosas, baldes, cascotes, pues el papá no era buen caballito de carrera.
Entonces papá dijo: -Juan,( a Juan le gustó que le dijera Juan) y continuó: - llegó tu hermanita Amanda.
Juan puso cara de enojo. El papá protestó por ello, pues no sabía que Juan pensaba en que la “A” se incorporaba con mayor potencia a la familia.
Besó a su mamá. Miró a Amanda. Y enseguida imaginó que escuchaba:
Amaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaandaaaaaaaaa llamá a Juaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan.

Y bueno, se dijo Juan, es linda la A .Ya que también está en maaaaaaaaaaaaaaaaamaaaaaaá y en paaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaapaaaaaaaá.







Canción de Juan caminador

Caminaba, caminaba
Yo miraba
Me peinaba
Yo trotaba
Me callaba
Caminaba, caminaba
Mariposas
Se volaban
Una flor
Se despertaba
Caminaba, caminaba
Una abeja
Me picaba
Yo escuchaba
Yo cantaba
Caminaba, caminaba
Y miraba
Me estiraba
Me agachaba
Me paraba
Caminaba, caminaba
La señora se asustaba
Y la araña
En la tela se enredaba
Caminaba, caminaba
Y las bicis
Se volaban
Los nenitos
Se embarraban
Caminaba, caminaba

Yo miraba
Me cansaba
Suspiraba
Bostezaba
Caminaba, caminaba
Y los ojos
se cerraban
y un mosquito
molestaba
Caminaba, caminaba
Mi mamá
Que me besaba
Y sus besos
Me cuidaban
Caminaba, caminaba
Caminaba, caminaba
Caminaba, caminaba
Caminaba, caminaba
Caminaba, caminaba








Canción del saludo de Juan

Mis manos saludan
Hola, la , la ,lá
Mis manos se ríen
ja, ja, ja, já
Mis manos se abrazan,
mis manos se miman
y siempre se enojan
y juegan sin mí.
Mis manos se expresan
ta, ta ,ta, ta, tá
Mis manos caminan
ti qui ti qui tá.
Mis manos se besan.
Mis manos se quieren
y frente al amigo
y frente al amigo
aplauden así.






Juan y el barquito de papel

Yo sé de un barco velero,
que viaja hacia el ancho mar.
Lo hice hoy con mis manos.
¿Quién sabe adónde estará?

Le puse largas guirnaldas
y arriba un gran caracol.
Un caramelo de menta
y bandera tricolor.

Lleva noticias del diario
y fotos de mis abuelos.
Una flor de nomeolvides
y un corazón de recuerdo.







Juan y las letras

Vamos a cantar,
un A B C D
Las ponemos en un sol
con D E F G

H I J K
¿Dónde están?
¡Ah! En el centro de una luna
y …¿L M N Ñ?
Escondidas en la espuma

¿Dónde están?
O P Q R S T U V
¡Ah! Me parece, me parece
Que se fueron en un tren.

W X Y Z
¿Dónde están?
Se subieron a la moto.
Y se van y se van
con Juan.




Cuento mojado para irse a dormir

La rana que estaba en el agua, se enojó mucho con el pato que estaba en el agua. Entonces le pidió a la tortuga que saque al pato que estaba en el agua. La tortuga no hizo ni mu. Cada vez más enojada la rana fue a ver a la gaviota para que rete a la tortuga que no quiso sacar al pato que estaba en el agua. La gaviota gritó fio kio y se voló. Más enojada que nunca estaba la rana, saltó y le pidió al león que rete a la gaviota porque no retó a la tortuga que no quiso sacar al pato del agua.
El león hizo grrrrrrrrrrr. La rana enfurecida le pidió al elefante que rete al león que no retó a la gaviota porque no retó a la tortuga que no quiso sacar al pato del agua.
El elefante miró a la rana, la tomó con su trompa y la puso arriba del pato. El pato feliz, la sacó a pasear por el agua. La rana comprendió que el agua se disfruta más si es compartida con los amigos.
Y colorín colorado y con un besito mojado, el cuento se ha terminado.
Un te quiero despacito y un besito suavecito.


Juan no quiere a la A

-¿Me querés? ¿Eh?
-Qué me des té.
-Se ve que es té.
-Sé que sé que me lleme Jen.
-Me hermene se lleme Emende.

Así hablaba Juan tratando de utilizar la e, para olvidarse de las tantas A que estaban en
Juaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan.

Intentó también con la i:
-Dicí qui sí.
-¿Kími ti llimís?
-Yi mi llimi Jim
-quí lindi nimbri tinís
-mi hirmini si llimi Imindi
-sí, sí, sí.

El ensayo le salió estupendo. Se sentía seguro hablando frente al gran espejo que colgaba en su dormitorio.
–Ya domino otro idioma- se dijo muy conforme .

Entonces intentó con la o:
-Yo no tongo gonos do dormor.
-Yo solo llomo o momó o popó.
-Yo solgo o comonor con mo cobollo.
-Yo mo llomo Jon.
-Mo hormona so llomo Omondo
-No,no,no.

La lengua adentro de la boca se le trababa un poco. Pero sabía que podía superar estas dificultades si encontraba la letra adecuada.

Pensó entonces que le faltaba probar con…u.
-¡Uf! Us dufúsul lu u.
-Yu nu sú hublur cun u
¡Uf!
-Yu mu llumu Jun.
-Mu hurmunu su llumu Umundu.

A Juan le quedaron los labios listos para dar un beso y se lo tiró a su mamá y a su papá que fueron a saludarlo antes de dormir.
-Hustu muñunu Jun- dijo la mamá
-Hustu muñunu Jun- dijo el papá
Y los dos dejaron los labios listos para el beso que le tiraron con la mano a Juan.
Juan pensó que los besos sonaban así: chuik,chuik y se dijo que por la mañana inventaría otro idioma para el cariño y cerró los ojos, y cerré les ejes, y cirrí lis ijis, y sorró los ojos, y surrú lus ujus y se durmió.





El cuento de Juan escuchador

Juan jugaba dando vueltas con su triciclo mientras escuchaba el diálogo de su mamá con su hermanita Amanda. Se sorprendió pues entre ellas se comunicaban a la perfección.
-¿Qué se dirían ellas?- se preguntó.
-Pechocha la nenita, pechocha.Agoooooo.Agooooo. A ver…dicí maaaaaaaa…..maaaaaá….maaaa…maaá
Amaaaaaaaaandaaaaaaaa. La nenita de maaamaaaá.
¡Qué cochita! .Upalalá.Upalalá.
Qué linda manito que tengo yo.
Amanda sólo respondía con risitas, luego Juan escuchó la canción que cantaba la mamá.
Arrorró mi nena, arrorró mi sol
Arrorró pedazo de mi corazón.
Mientras Amanda cerraba los ojitos y se dormía.
Juan no pudo escuchar más, entró a su dormitorio pensando en lo que quería decir arrorró.
-Ya sé- se dijo y comenzó a ensayar para hablarle a Amanda:

Pisitito, pisitu, timi qui siti loste me sesete teme tui ucorti. ¡Oh! Sinangallo caperote toti misi mu casuto.

-¡Qué fácil es! – se comentó para adentro, respirando hondo y sacando músculos.
El espejo le devolvió una imagen de un Tarzán pequeñito, pero feliz.


Se olvidó de los idiomas y cargó en el carrito del triciclo, fibrones, las velitas de la torta de su cumpleaños, fósforos, harina, huevos, el trencito azul, yerba mate y se fue a jugar al living. Miró el paisaje, paseó sus ojos por todo el lugar y en un momento detuvo su mirada en la alfombra gris que tanto amaba su papá.
-Aquí es- se explicó a si mismo muy despacito, casi en silencio.
Entonces levantó la alfombra y dibujó un círculo con el fibrón negro.
-Me voy al centro de la tierra y se lanzó sin mirar atrás hacia el oscuro pasadizo dejándose llevar por su triciclo.
Demás está decir que el descenso se hizo muy difícil, tuvo algunas caídas que le provocaron moretones en la frente y en las rodillas.
Lo más emocionante fue cuando decidió pasar por los volcanes de harina que lanzaban llamas de velitas, paseó sobre ellos en el trencito azul y se lanzó del último vagón al mar verde de yerba mate.
Nadó en él, hasta cansarse de pronto vio seis huevos y se dijo con voz grave:- estos huevos pertenecen a animales prehistóricos. Tengo que destruirlos para que no salgan a la superficie y destrocen mi casa.
Rompió los seis huevos en el mar verde y mientras cargaba el trencito en el carrito de triciclo, para pasear sobre la nieve de harina de la alfombra gris, escuchó sin sorprenderse, a su papá y a su mamá:-
¡Juaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan !
Y mientras el papá trataba de limpiar la querida alfombra, la mamá intentaba meterse en el centro de la tierra levantando a los volcanes y el mar verde, Juan salió a toda carrera con su vehículo y el carrito.
Se comentó a si mismo que nadie entendería nunca que había salvado a la tierra de feroces dinosaurios y miró con orgullo las cáscaras de huevo que llevaba apretaditas en su mano.
Despertó a Amanda y le enseñó lo que llevaba en su manito y le dijo: - se dice “ h u e v o” y no “güevo”.
Sintió las manos de su mamá limpiándoles las heridas y diciéndole :-¿Juan adónde fuiste? Y Juan sintió que era hermoso escuchar a su mamá- ternura diciendo “Juan”.
-Fui a defenderte y a defender el mundo- respondió Juan levantando las cáscaras de huevo.
Y su mamá y su papá le dieron dos besos que sonaron así:
Chuiccccccccccccccccccccccccccccccccccccccccc.
Chuicccccccccccccccccccccccccccccccccccccccc.




Poema de Juan regalador

Tengo para ofrecerle:
una flor, una pelota,
una muñeca grandota
o este hermoso cucharón.
Si usted quiere un espejito
o un paraguas redondito,
un bonito sombrerito
o un ramito de ilusión.
Ilusiones sólo vendo
no me pidas mucho más.
con montones de esperanzas
y con mucha libertad.
También tengo un perrito,
un osito suavecito,
un pescado amarillito
y un pedazo de turrón.
Si usted quiere un matecito,
un bonete y un barquito,
un tornillo, un zoquete
o este hermoso pantalón.
Ilusiones sólo vendo.
No me pida mucho más,
porque tengo que llevarle
todo esto a mi mamá.







Las manos de Juan

Y las manos
Zapatearon
Se cayeron
Se elevaron
Se trenzaron
Se escondieron
Se rascaron
Se durmieron
Saludaron y se fueron.



Las nanas de Juan

Quiero cantarte mi luna nueva
Decirte cosas luna lunera
Pedirte media cara
O cara entera
Y que sonrías mi luna llena
En ese cuarto
Que mengua o crece
Quiero una nana, luna lunera
De cara o ceca
De plata o lata
Date una vuelta
Ya es primavera.



Y otros poemas

Cuando sale la paloma

Cuando sale la paloma
a volar sobre la mar
cada gota, cada ola
ruega y pide por la paz.
Sigue y sigue la paloma
volando sobre la mar.

¿ Cómo?

¡Ay! ¿Cómo digo que digo?
¡Ay! ¿Cómo te hablo cantando?
¡Ay! ¿Cómo llueven las letras?
Mientras yo juego rimando.

picoteos

Pica, pica la pelota.
Rueda, rueda sin parar.
Se levanta, corre y vuela.
Se estremece, gira, baila.
No se cansa de rodar.
Pica, pica la pelota.
Vuela, vuela sin parar.
Se emociona, mira y salta.
Se enloquece, ríe y canta.
Y se cansa de marear.

Pica y pica la pelota.
Sube y baja del cordón.
Y el señor de la vereda
cabecea y hace un gol.

La bruja Rechueca

Cuando llega el viento sur
trayendo las hojas secas,
aparece entre las ramas
la Vieja Bruja Rechueca.

Asusta de noche
tocando campanas,
soplando una flauta,
silbando unas nanas.

Se sube a la escoba,
no quiere ni deja,
que salga la luna
la Bruja Rechueca.

Se va el viento sur
se lleva con quejas,
entre la hojarasca
a la Bruja Rechueca.


A la chumba

A la chumba
Caracachumba.
Habla el grillo
vuela el pez,
escribe la garza
sobre un papel.
A la chumba
Caracachumba.
Camina la ballena,
nada el ciempiés,
cantan comadrejas
a chumba e i o lé.

Baila todo el barrio
A la chumba
Caracachumba
a chumba e i o lé



Por el caminito que llega y se va


Por el caminito que llega y se va
Las hormiguitas
se quieren llevar
un trozo de pan
dos quesos
tres huesos
cuatro granos de sal.
Por el caminito que viene y se va
los gorriones se quieren llevar
un rosal
dos nardos
tres jazmines
cuatro cardos
Por el caminito que viene y se va
las langostas se quieren llevar
un huevo
dos jamones
tres bananas
cuatro limones
Por el caminito que viene y se va
las hormigas, los gorriones, las langostas
se quieren llevar
un motor
dos aviones
ocho trenes
diez vagones.



Tiro lío


Tiro lío
saco el pie.
Cantan a la nochecita
cuando dejan de jugar
en un coro las ranitas
debajo de aquel nogal.
Tiro lío
Saco el pie.
Bailan en horas tempranas
cuando los ojos no ven
todos los sapos del monte
cuando para de llover.
Tiro lío
Saco el pie.


Canción redonda

Por el norte, por el sur.
Canta la luna enojada,
ha perdido sus tacones
y su pollera plateada.

Busca al este y al oeste
su valijita floreada.
No encuentra ni sus tacones
ni la pollera plateada.

Busca arriba, busca abajo.
Mira que mira mirando.
Busca que busca buscando:
su valijita floreada,
un par de tacones altos
y la pollera plateada.

No puede salir la luna
está en enaguas, descalza.
Se ha puesto una gran mantilla
y llora sobre la almohada.

Qué dicen?

Me dicen que vivo diciendo
Que digo y no digo
Que dije y no dije y me fui.
Yo no sé lo que dice la gente
Que vive diciendo
Que digo y no digo
Que dije y volví.


Paseos


Pasa Don sol
comiendo limón.
Y viene la estrella
soplando botellas.
Se acerca un planeta,
que va en bicicleta.
Ya llega un cometa,
en calzón y camiseta.
Se duerme la luna
con una aceituna.
Ay qué suerte la mía
¡todo el universo
me canta poesías!



Dibujitos sobre el papel

Las golondrinas se hacen V
Sobre las nubes celestes
Y las olas son las C
Sobre las costas agrestes
El palote es una T
La escalera es una A
El camino hace eSes
Para poder patinar
El abismo es una U
La serpiente es una M
La O se dibuja en sol
Y mi nombre tiene R


Espacios

Un espacio cuadrado
recortado en un espejo
ha subido sin un lado
a pasear por azulejos.
Un triángulo perfecto
triangulito, triangular
se ha quedado colgado
de un trapecio horizontal.
Los ángulos muy preocupados
se fueron a visitar
a la niña Geometría
que es la dueña del compás.
Le pidieron a la niña
que ayudara a don cuadrado
que llora en los azulejos
por la pérdida de un lado.

Mensajes

El conejo Don Zoquete
vivía en una esquina;
le hablaba por celular
a Cata, la gran gallina.
Al enviarle mensajes
recortaba las palabras
“T q m”, decía,
y la gallina reía.
“ Te quiero mucho”,
insistente repetía
y Cata, un cocorocó
como en eco, respondía.
Doña y Cata y Don Conejo
Se encontraron en la esquina.
Doña Cata le enseñó
gramática y ortografía.


Dicen

Dicen que es nube la espuma
Dicen que vuela después
Dicen que dicen diciendo
Que el viento suspira
Me mira y camina
Y da un beso al revés
OSEB


El leoncito con cordel

Vuelve y mira.
Mira y vuelve.
El leoncito con cordel.
Come y duerme.
Duerme y come.
Tiene miedo de morder.
Salta y gruñe.
Gruñe y salta.
Pide lentes para ver.
Sube y trepa.
Trepa y sube.
Una y otra y otra vez.
Ronronea y acaricia.
Acaricia y ronronea.
Si le sueltan del cordel.


Tengo la piel
Tengo una piel que me abriga.
No sé de qué color es.
Es posible que sea roja
con rayitas o lunares, yo qué sé.
Tal vez sea negra, sea verde
amarillo limón , café.
Yo sólo sé que me viste de niño
Y con mucho cariño
Se estira, se estira y me deja crecer.

DESDE LAS DISCULPAS

Disculpe
si mi palabra lo altera
y no lo deja pensar
en la noble primavera.
Disculpe
si la cosa
está planteada a mi manera
y no puede descubrir
qué cosa es la cosa verdadera.
Disculpe
mi locura:
de olvidar el lado izquierdo,
y por creer que cada loco
tiene un costado cuerdo cuerdo.
Disculpe
si no puedo explicarle
mi olvidado perfil, mi paso lento,
mis seis años o mis diez
¡Cuánto lo siento!
Disculpe
mi nariz, mi oreja plana.
Creo en las disculpas,
se las llevo en la mañana.

El teléfono asustador

-¡Hooola!¿Quién habla?
¿El gran amenazador?
¡Huy qué miedo!
¡Tengo chucho!
Me parece que esto es mucho,
y que yo voy a colgar.
-¿Qué? Sí. Yo me asusto.
Hay una voz de fantasma
que suena siempre igual igual.
-¿Hola?¿Quién habla?
-¡Ah! Ya se escucha su mensaje:
¡Sí mamá, no tengo frío!
Me he puesto un pesado abrigo
y siento que me abrazás.
-¿Qué? ¡No mamá!
Yo ya soy grande.
No me asusto. Y los miedos
del teléfono se van.
-¡Sí, te escucho y te hago caso!
Voy derechito a la escuela
y después voy a jugar.
-¿Qué? ¿Quién es el amenazador?
Bueno…ejem…es un invento mío
para poderte asustar.




Manos

Mis manos se mueven
De aquí para allá
Mis piernas se achican
Se alargan y van
Sacudo mi cola
De ahí para acá.
Mi nariz se antoja,
quiere saludar:
Holalá
Mi boca que es grande
No para de hablar.
Y entonces los dedos
Salen a chistar:
chissssssssstar
Mis manos hoy tienen
Un ritmo feliz
Y todo mi cuerpo
Sabe sonreir.
jajajajijijí
Damos una vuelta
Para terminar
Tendemos las manos
Y decimos chau


Y más manos

Y las manos
Aplaudieron
Se cayeron
Se elevaron
Se trenzaron
Se escondieron
Se rascaron
Se durmieron
Saludaron y se fueron.


Luna de plata

Quiero cantarte mi luna llena
Y saludarte luna lunera
Pedirte media cara
O cara entera
Y que sonrías mi luna llena
Tienes un cuarto
Que mengua y crece
Canta una nana, luna lunera
De cara y ceca
De plata y lata
Dando una vuelta
Sos luna entera.


ohnomeatropelles con onomatopeyas

Sale un tren
Chuf, chuf, chuf
Mientras llueve
plic, plac, pluc
Viene un sapo
Croac, croac, croac
Ríe un niño
Ja, ja, já
Va la vaca
Mu, mu, mu
En el auto
Tu, tu, tu
Silba el viento
Shhh,shhh,shhh
La lechuza le hace chisttttttt
Una O se mete en sOl
La pelota se hace gooooooool.






Investigador investigado
Hago una tumba carnero
para poder comprobar
la atracción de nuestra tierra
y su ley de gravedad.
Salgo con mis patines
y vuelta viene y vuelta va,
mis pantalones golpean,
allí en la parte de atrás.
Tiro piedras, unos tornillos,
que se caen ahí nomás.
Y un ladrillo en mi cabeza…
Por la ley de gravedad.
Explico sin dar rodeos
a mi querida mamá,
que tengo mi cuerpo herido,
por la ley de gravedad.






Desata al sol

Desata al sol
Para poner la mañana en el bolsillo,
con un espejo refleja la emoción
y pinta tu sonrisa de amarillo.
Desata al sol
Para mirar la mañana que te espera,
con mil caricias dibuja un girasol
y verás que tu vida es primavera.


Enojos


Se ha enojado mi sonrisa
y ahora no me quiere hablar.
No sé qué le ha pasado
porque yo, no puedo más.
Le pregunto y no contesta.
Le hago gestos, le hago muecas.
Le dibujo unas cosquillas
hasta que no aguanta más.
La sonrisa, ya es sonrisa
Se ha pegado en los labios
dibujados en mi boca
y se ríe y se ríe sin parar.

Tardecitas
A la tarde, tardecita,
salen bichos a jugar
a la mancha y a la pompa,
y a la ese ese A.
Cuando la luna se asoma
y el cielo es un ventanal
canta cansado el bicherío:
a la ese ese A.
Y al llegar la mañanita
salen bichos a volar.
Juegan todas las alitas:
A la ese ese A.

Distraídamente

Una lombriz distraída
con su valija partió.
Llevaba tierra muy fresca
y agua en un botellón.
Siempre andaba en la luna
y por eso se perdió.
En el camino pidió ayuda
a un perdido caracol.
La lombriz vivía en Babia
y el caracol en Nomeacuerdo,
entonces los dos perdidos
pidieron ayuda a un perro.
El perro iba en bicicleta.
¡Muy lindo el perrito es!
Los llevó a los distraídos.
Ya los perdidos, son tres.

Soñé
Soñé que ayer escribía
tu nombre sobre las aguas
y la marea traviesa
lo llevaba
lo llevaba
hacia el fondo azul
junto a los barcos piratas
y bajaba
y bajaba
hacia el fondo gris
tu nombre escrito sobre las aguas
y brillaba
y brillaba
sobre el fondo nácar
entre tesoros de oro y de plata
tu hermoso nombre
bajo del agua

Lluvias
Siempre llueve
desde arriba
para abajo.
Y…
Si las gotas subieran
¡ay! ¡qué hermoso sería!
Así de abajo hacia arriba
la lluvia me mojaría.


Cartitas
El amor escribió cartas
a todos los olvidados
y a mi puerta llegó una
diciendo: te he recordado.
El olvido entrevistó
a quienes tienen memoria
y a mí me preguntó
quién era yo en esta historia.
La memoria encuestó
al amor en las poesías
y a mí me leyó las cartas
que el amor me escribía.


Caritas

Tiene tu cara redonda
unos ojos que miran ligero;
con brillos que saltan y escapan,
son sonidos de dos sonajeros.
Tiene tu cara una boca
y una risa que escapa con vuelos.
Tu cara, es cascabel, castañuela,
es guitarra en mi mundo de sueños.

Pescando

Sabes que tengo aquí muy cerca
una caña, un anzuelo, una lombriz,
un balde de color verde
para pescar para ti:
un zapato, una tortuga, un ñandú,
una anguila, una paloma, una perdiz,
diez monedas, una cadena,
y un anillo con rubí.
También tengo esta red blanca
para atraparlos aquí:
a varios platos, a cien cucharas
y a mil rosas carmesí.
Sabes que ya no habrá pececitos
si sigo pescando así.


Regalos
Un árbol me ha regalado hojas
delineadas con colores:
amarillas , rojas , naranjas,
verdes, sepias, azules y blancas.
Parece que él me hablara
sobre secretos que guarda
y que escribe sobre el césped
mensajes que tienen alma.

lloros
A veces lloro, a veces no.
A veces canto un arrorró.
Si digo a veces, digo: no siempre.
Será por eso que a veces tiemblo
a veces sufro, a veces quiero
y a veces busco un beso tuyo
para guardarlo en el corazón.

¿Qué hago?
Salí a juntar estrellas
llevando mi lupa azul.
Ya he atrapado a varias
para robarles la luz.
Las tengo en una botella
y ahora no sé qué hacer,
me parece, me parece
que pueden desaparecer.
Las veo, se han escapado.
a un planeta lejano
y desde allí parpadean
tomaditas de la mano.


Querido televisor
Miren bien a doña imagen
de color angelical.
No se toca, no se guarda,
no se deja ni atrapar.
Salta, cambia, da mil vueltas
nos mantiene sin pensar.
Nos hace comer las uñas
porque parece real.
Doña imagen está pegada
a la mesa del hogar,
suelten gritos, pongan bromas
y vayan pronto a jugar.
Doña imagen no se mueve,
está quieta en su lugar,
No se ríe, no obedece
no acaricia, ni se enoja
como lo hace mi mamá.

Trenzas largas
Las trenzas de Juana son
tan largas que ni me acuerdo,
las enredaba con moños
con moños de terciopelo.

Le confesé que la amaba.
Juana, se escondió entre su pelo.
Con la mano le tiré un beso,
cuando le di un caramelo.

Juana tiene unas trenzas
que miden metros y metros,
con ellas hace guirnaldas
cuando sale de paseo.

El sol de la mañanita
brilla que brilla en su pelo.
Varias palomas le ayudan
a protegerse del viento.

Camina Juana cantando
sacudiendo sus cabellos,
sus finas y largas trenzas
se ahogaron con el silencio.

Y se fue Juana,
olvidó en el pueblo
sus moños de terciopelo,
que se hicieron mariposas
en las alas del recuerdo.


Rin y ran

Hacen riiiin, hacen raaaan
Estos chicos del lugar
Dan la vuelta para atrás
Y se ponen a jugar


Amuletos de la suerte
Un laurel en mi costado
Diez collares bien colgados
Tres pulseras en tobillos
Un anillo con membrillo
Seis velas en la vereda
Siete latas, fina seda
Más laureles, un olivo
Menta y apio, no te olvido
Un zapallo, un dinosaurio
Dos peniques, un rosario
Agua bendita, seis amuletos
Un relicario y un gran secreto
Una medalla, un angelito
Ajo y miel, en mis escritos

Pesan con peso, los amuletos
Es mejor que los guarde
Sin esconderlos
Que los lleve la luna
Con su menguante
Así estoy libre para esperarte.


Digo
Al decir redondo, redondito,
redondeo ruedas que se escapan.
Imagino a ciruelas y a naranjas
colgaditas de unas plantas.
Dibujo un sol, una luna,
una mancha en la jirafa.
Veo un chupetín, un aro, un plato, una pulsera,
un globo bien inflado, la base de una vela.
Es redondo el universo y hace círculos en la vereda,
y mis manos hacen magia cuando acarician la esfera.
Al decir redondo redondito
pescadito, cascabel,
se enredan bien redondeados
los caminos de la abeja
que con néctar hace miel.



Y la luna se llevaba por delante a todas las esferas,

dibujando círculos por si acaso,

para no perder la costumbre de redondearse

como caracola en un mar reflejado en las verbenas.

Y enamorada deslizaba fugaz , su luz de encanto,

atreviéndose a abrazar en un nudo marinero

al tímido vuelo circular de las luciérnagas

Y todo fue ronda

redondeada

circular.

Mientras envidiaban en el cielo a la luna llena,

las titilantes luces de dos o tres estrellas.


Madrigal de lunas pampeanas

Es dicha el encontrar en un madrigal delicadezas
( cuando hace un paréntesis la luna )
Mientras cae y se desgrana,
como lluvia la belleza.
Y sobre los árboles, la escarcha
dibuja telarañas en las sombras
( mientras hace un paréntesis la luna).
Y así lentamente, va cayendo su ternura
sobre cada hoja.
Besándolas con su luz,
a una por una.





Dudas

Si pudiera escribir una poesía
para mis dos pies
¿qué diría?
“Unos versos con deditos, con cosquillas,
con zoquetes y bonitos zapatitos”.
¿Cómo explicaría?
“Esos pies tan redonditos, tan inquietos,
transpirados y traviesos y chiquitos”
Mis dos pies ¡qué fortaleza!
Sostienen a mi persona
y nunca se quejan.


Signos y señales

Pongo entre comas, mi suspenso,
Entre preguntas ¿mi curiosidad?
Entre exclamaciones ¡mis asombros !
Y con los dos puntos:- puedo hablar.

Con paréntesis ( explico mis dudas)
Con los tres puntos…suelo pensar más.
Y casi sin dudarlo pongo punto y coma,
delante de un “pero” que grita y se va.

Dibujo comillas “para destacarte”
entre tantas letras que vienen y van.
Por eso en las pausas detengo mis ojos,
y apuro a mi lápiz, en un punto final.


De bicis y ya
Esta bicicleta que tiene dos ruedas
Ya anda y reanda
Corriendo carreras
Recorre los llanos, desiertos, mesetas
Ya vuela y revuela
Corriendo carreras
Riendo se escapa por las escaleras
Ya salta y resalta
Sobre madreselvas
Esta bicicleta que tiene dos ruedas
Ya corre y recorre
No sabe de esperas
Se enoja conmigo cuando prendo velas
Ya para y dispara
Porque es primavera
Me dice que vaya a ver a su abuela
Ya brilla y rebrilla
Como lentejuela
Y va bicicleta viajando en dos ruedas
Ya sabe y resabe
Que el viento la lleva
Corriendo carreras


BUSCADO
Se ha perdido el agujero de mi media.
Mi talón ya no respira
y mis dedos se congelan.
¡Busquen todos! Que mi media sea mi media.
¿ Estará bailando el rock?
¿O metido en polvaredas?
¡Qué agujero atrevido,
escaparse de mi media!
Si alguien lo llega a hallar,
háblele y que no se ofenda.
Explíquele que mi media
sin agujero no es media.
Dígale que mi zapato lo espera.
Que mi piecito está frío
sin lo roto de mi media.






Cuando se abre la mañana,
en la copa del nogal
aparece una calandria.
Canto viene y canto va.
Y a eso del mediodía
Cuando deja de cantar,
se acercan unos mosquitos
porque quieren molestar.
Se acerca la nochecita
y se mete en el nogal
y la calandria no canta
porque duerme y nada más.
Los mosquitos con zumbidos
la vienen a despertar
pero grita la calandria:
-¡Ahora ya no juego más!





Rumores cosquilleados

¿Qué rumores rumorean las cosquillitas?
En los zapatos ellas se esconden
Y se achican.
Chiquititean.

Entre los deditos se enlazan y se menean.
Las cosquillitas se hacen chiquitas.
Me cosquillean.

Las cosquillitas suben a mi pancita,
se suben solas entre risitas.
Y rumorean y rumorean.

Y los rumores trepan enredaderas
llevando cosquillitas
con las risitas
que cosquillean






Cuando dios acomoda en su retina mi imagen
¿verá realmente mi imagen o la percibirá invertida?
Tal vez dios tiene un problema óptico.
Esto explicaría la causa de los reveses del mundo.

POEMA DEL DÍA SIETE



envuelta en vueltas
la noche fue golpeada por una luna llena de luna
y un abecedario descamisado
quedó alfabetizando a las ortigas
los altavoces en la cornisa de mi frente
repiten estranguladas oraciones surrealistas
hoy la discriminación submarina
no ha permitido el fusilamiento de peces sin color
pasa un gato arañando la osadía
y envuelta en vueltas
la noche continúa colgada y golpeada por una luna llena de luna
las calles sufren taquicardias
mientras las medias rotas hacen huelgas
y en los hilos de las terrazas
hay alguien tipeando ausencias en los mapas
que desfilan en pasarelas sin límites
sin fronteras
pero llenos de luna llena.

Elizabeth Carpi

"Desde la ortografía"

Desde la ortografía…

En el tiempo donde reinaba la injusticia, nadie sabía a ciencia cierta dónde y cuándo se podía hablar o pensar. Cuál era el lugar para encontrarse con los amigos, qué era lo que se podía escribir o cómo se debía llevar de largo el cabello para no ser castigado.
Todo estaba patas para arriba. Otros pensaban que estaba patas para abajo y otros creían que todo estaba sin patas.
Tanta inseguridad despertaba temor. El temor despertaba al miedo. El miedo despertaba al temblor. Y el temblor a otros tantos movimientos que llevaban a la desesperación.
Y seguía todo dando vueltas y vueltas en círculos interminables encerrando a estas palabras y a otras parecidas y a sus sinónimos como: sustos, angustia, recelo, espanto, pánico, pavor, desconfianza.
El desconcierto era general. Por esto ocurrió el gran lío. Este lío fue la causa de la confusión.
Ya que por inseguridad se trastocaron los acentos. Así se escribía lió, sóño.
Por temor, las agudas desaparecieron porque sugerían angulosidades e ideas filosas. Por miedo, las graves se internaron en clínicas de alta seguridad. Por temblores, las esdrújulas, buscaron sintonizar con palabras semejantes como brújula y se establecieron en el norte para sentirse protegidas debajo de la aguja imantada.
Por angustia las sobreesdrújulas cambiaron el prefijo sobre por el “debajo”.
El trabajo más disciplinado lo realizaron los monosílabos, pues establecieron multisectoriales zonales y democráticamente votaron sobre el ser de su existencia. Todos apostaron a funcionar de una sola manera…Sin acentos. Para evitar el acertijo: tu o tú, el o él.
En el tiempo de la injusticia, los plurales, por susto, recelo y pánico, pavor y desconfianza, se permitieron licencias. Así yo se transformaba en “yos”, ombú en “ombús”. También las mayúsculas se atrevieron a ubicarse donde tenían la real gana , al comienzo, en el medio o al final de las palabras. Y se escribían: “aHora es tiempO de pensaR en el idioMA”.
Siguieron los tiempos de la injusticia. Pero justo y necesario es que coloquemos los acentos donde corresponda, las mayúsculas en su lugar, los plurales como dicen las reglas. Porque así podremos empezar a hablar y a decir lo que se siente y a sentir lo que se dice, sin faltas ortográficas. Para que los que creen en los posibles , que son los más, inauguren el tiempo nuevo de la justicia, sin temores, ni miedos, ni pánicos, ni, ni, NI, Ni.
Elizabeth Carpi
DNI 5401977
Corral De Bustos
Pcia. De Córdoba
mailto: betita@cbasur.com.ar














Del libro: “DESDE LAS PALABRAS” de
Elizabeth Carpi
Corral de Bustos
Pcia. Córdoba