Siempre me dejo olvidada en alguna parte.
Pierdo un tiempo precioso buscándome.
Ayer
me dejé en la esquina.
Cuando me encontré
no pude alegrarme.
Tuve que cargarme en andas
y llevarme a cuestas.
Sentí que mi propio peso
era demasiado
y no valía la pena el esfuerzo.
Así que me dejé,
apurando la idea de otro olvido.
Volví sobre mis pasos
con la culpa traladrándome el alma.
Me vi despojada y vulnerable.
Entonces
me atreví a pedirme
que camináramos.
Me convencí
de que no es posible
tanto desencuentro.
Intentaré
estar conmigo más tiempo
para olvidarme del olvido.
Seguramente
me pediré perdón
y me perdonaré.
E.Carpi
miércoles, 10 de marzo de 2010
Aladino y su lámpara de bajo consumo- final-
Aladino sentía que su nombre era un chiste en las contratapas de los diarios matutinos:” Aladino y su lamparita de bajo consumo”, “Aladino y los bienes terrenales conseguidos gracias a un genio …¿ un genio? O ¿ ingenio?”, “Aladino y la franela “, “Aladino llega a ser Super visir con rereelección indefinida”, “ Los vestidos de Aladino son traídos de tierras remotas “ (se ilustraba la página con un gaucho). Se cansó de tanta persecución ideológica y ordenó cerrar todos los diarios matutinos. Los vespertinos tenían algo que era de su agrado: no tenían contratapa. Los perdonó y oró a Alá, el más sabio entre los sabios.
domingo, 7 de marzo de 2010
Aladino VI
Aladino sentía que su nombre era un chiste en las contratapas de los diarios matutinos:” Aladino y su lamparita de bajo consumo”, “Aladino y los bienes terrenales conseguidos gracias a un genio …¿ un genio? O ¿ ingenio?”, “Aladino y la franela “, “Aladino llega a ser Super visir con rereelección indefinida”, “ Los vestidos de Aladino son traídos de tierras remotas “ (se ilustraba la página con un gaucho). Se cansó de tanta persecución ideológica y ordenó cerrar todos los diarios matutinos. Los vespertinos tenían algo que era de su agrado: no tenían contratapa. Los perdonó y oró a Alá, el más sabio entre los sabios.
Aladino V
Cuando Aladino contó sobre su hallazgo, los abogados del visir le hicieron una demanda por uso indebido e inadecuado del aceite. Green Peace lo atacó por contaminación del espacio aéreo y la mujer del Genio pidió cobrar una jugosa indemnización por atentar contra los derechos de los genios encerrados. Aladino pidió en una solicitada de un diario persa que apoyen la causa de la libertad de expresión en los libros de cuentos. Mientras tanto, espera el juicio oral sobre su alfombra voladora.
Aladino IV
Con la lámpara en la mano Aladino se detuvo. Vio reflejada su figura en el espejo del bronce. Mientras dos lagrimones corrían por su cara dijo: -¡ la pucha que estoy flaco!
jueves, 4 de marzo de 2010
Aladino III
Después que Aladino halló la lámpara en la cueva, intentó quitarle el polvo. Decidió usar su turbante violeta como franela. Al intentar quitárselo dio tantas vueltas sobre si mismo que se mareó. Retrocedió y se cayó sobre la punta del adminículo y sólo le quedó el admi.
Aladino II
Aladino sentía el peso de su pobreza. La desolación y el desamparo aumentaban mientras transcurrían los días con sus noches. Los calendarios eran ajenos a la incertidumbre de los desposeídos. Los derechos existían sólo para los poderosos. Los dominados no tenían la posibilidad de pensar por sí mismos. Ya todo estaba escrito para quienes no habían tenido la dicha de tener un lugar en la sociedad. El determinismo no era sólo una palabra, era la auténtica definición del paria. Aladino no pensaba: obedecía. Cuando fue llevado a empujones y obligado a sacar la lámpara de un pozo descubrió que el permanecer en lo profundo era la capacidad oculta de los héroes. Por eso no entregó la lámpara al mago del Malgreb. Actuó en la oscuridad olvidándose de los ojos del amo. Y vio.
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