lunes, 21 de diciembre de 2009

Recuerdos fantaseados

Palabras tejidas a mano



Recuerdos fantaseados



Cuando cursábamos Quinto Año, las futuras maestras normales nacionales promoción 1968, realizamos el viaje de estudios a Córdoba un día martes del mes de octubre. La hermana Judith nos llevó a recorrer el cotolengo, la escuela para ciegos, el manicomio, la escuela para discapacitados mentales, la plaza y el centro de la ciudad. Regresamos el día jueves a las once de la noche, después de tres días de llorar y rezar por los que sufrían, preguntamos, con voces crédulas e inocentes, si ese viernes tendríamos clase, a lo que ella respondió:

- ¡Como siempre!

Al ser pupila, no quedaba otra que obedecer.

Any era externa, o sea: no pupila. Ella tenía que dar su última práctica docente sobre la gallina en segundo grado, en el turno de la mañana Así que ese jueves a las doce de la noche tuvo que salir a cazar gallinas por el barrio. Tenía que presentar material concreto para dar clases, porque estábamos con el nuevo método creativo. A mí me tocó observar (casi dormida) la actividad de mi amada amiga, de 16 años por aquel entonces.

Any comenzó su clase modelo:

- Chicos ¿ qué tengo acá?

Any mostró dos gallinas un poco golpeadas en una jaula improvisada con cajones.

-Galliiiiiiiiinas- dijeron a coro los niños y niñas.

-A ver ¿cómo se llama esto?- preguntó Any señalando la cabeza.

-Cabeza de la gallina- respondieron los chicos

-A ver, ¿y esto cómo se llama?- Any siguió con el tema, señalando cada lugarcito de la gallina.

- Cogote- respondieron nuevamente a coro

-No chicos- dijo Any asombrada…

-Esto se llama cuello- refutó.

La clase terminó mal. Las gallinas recibieron un palizón. Y Any fue reprobada por el término “cuello”.

La triste situación de tener “cogote”, me dije hoy mientras leía el último libro de Dan Brown,( con la fortuna que cuesta), cuando observé en la página 237:

“Quizás -dijo Bellamy- rascándose el cogote”…

Y Bellamy no era una gallina…

Any, si en esa época se hubiera escrito “el símbolo perdido”, vos no hubieras repetido el año…



Elizabeth Carpi

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